El fuego bacteriano es una
enfermedad causada por la bacteria Erwinia amylovora
(Burr) Winsl. et.al., que afecta fundamentalmente a
plantas de la familia de las rosáceas, produciendo
importantes pérdidas económicas por daños directos
en explotaciones de frutal de pepita en general, y
en manzano y peral en particular, así como en
plantas ornamentales y silvestres de dicha familia.
La bacteria Erwinia amylovora está considerada como
organismo nocivo de cuarentena en la Unión Europea,
para la que existe legislación específica sobre
medidas preventivas contra la introducción y
difusión (RD 58/2005), así como un programa nacional
de erradicación y control del fuego bacteriano de
las rosáceas (RD 1201/1999).
Las vías de dispersión de la enfermedad son las
plantas, las partes de plantas y el polen para
polinizar, de los siguientes géneros: Amelanchier
(guillomo), Chaenomeles (membrillero japonés),
Cotoneaster, Crataegus (espino blanco, majuelo,
acerolo), Cydonia (membrillo), Eriobotrya (níspero
japonés), Malus (manzano), Mespilus (níspero),
Photinia davidiana (stranvaesia), Pyracantha (espino
de fuego), Pyrus (peral) y Sorbus (serbal de los
cazadores, mostajo, pomo).
España, ha tenido durante muchos años la
consideración de ser Zona Protegida (ZP) para este
organismo nocivo, puesto que estaba ausente de la
enfermedad, y los brotes que se detectaban se
encontraban en proceso de erradicación.
Desde el año 2011, determinadas Comunidades
Autónomas o parte de ellas (Andalucía, Aragón,
Castilla- La Mancha, Castilla y León, Extremadura,
Madrid, Murcia, Navarra, La Rioja, País Vasco
(Guipúzcoa), Cataluña (comarcas de Garrigues,
Noguera, Pla d'Urgell, Segrià y Urgell, de la
provincia de Lleida), Comunidad Valenciana (comarcas
de l'Alt Vinalopó y el Vinalopó Mitjà, de la
provincia de Alicante, y los municipios de Alborache
y Turís, de la provincia de Valencia), han perdido
el reconocimiento del estatus de Zona Protegida para
el fuego bacteriano, debido a que se ha establecido
la enfermedad en todo o parte de su territorio. Sin
embargo, el resto de Comunidades Autónomas o parte
de ellas, continúan manteniendo el reconocimiento de
ZP.
Biología y síntomas
El ciclo de vida de E. amylovora
va en consonancia con el desarrollo estacional del
vegetal. La bacteria infecta a la planta
generalmente en primavera, a través de las flores o
pequeños brotes en desarrollo, al contagiarse de
plantas cercanas por: insectos, pájaros, viento,
lluvia o herramientas de laboreo contaminadas. A
partir de ese momento, la bacteria comienza a
infectar todos los tejidos de la planta,
desplazándose hacia la base del tallo y produciendo
la muerte de todas las células a su paso.
Durante el otoño y el invierno la
bacteria detiene su actividad. Se mantiene latente
hasta la primavera en los bordes de los chancros
formados al final del período vegetativo.
Los síntomas que presentan las plantas afectadas por
la enfermedad incluyen una masiva necrosis de
flores, frutos, hojas y ramas, derivando en el
característico aspecto de quemado que le da nombre,
pudiendo también presentar exudados en todos los
órganos. En primer lugar, se observa el “quemado” de
flores y brotes, curvándose estos últimos en forma
de cayado de pastor, desde ahí la necrosis avanza
por las hojas y el resto de las ramas, hasta
alcanzar el tronco leñoso..
Fuente: Página web
del MAPA |